"Mira, te pones así, te agarras aquí y a la voz del capataz cuando diga <<A ésta es>> metes el culete para adentro y cuando suene el llamador saltas muy fuerte ¿vale?" seguía hablándole mientras él sonreía de ilusión... la misma que tendría cualquier amigo suyo con un globo, un muqueñito de esos amarillos y de ojos saltones o una pelota de su equipo, pero no, él lo tiene claro desde primera hora de la mañana "No quiero dibujitos, quiero pasos papá" . Y es que a veces los niños quieren ser lo que son sus padres ya que son sus ejemplos a seguir, sus héroes, sus maestros.. Los años vuelan cruelmente en la vida de una persona , y aquel niño pronto muy pronto pondrá en practica lo aprendido con el legado más hermoso que te pueden dejar en esta bendita ciudad, un costal, la herramienta que le da pies a la vida propia de una Sevilla mariana. En ese niño quedará grabado en su retina cada imagen de su padre, cada consejo, cada palabra , cada gesto.. y siempre tendrá motivos para venirse arriba en momentos de apriete, honrar a su mamá por parirlo cofrade y a su padre por hacerlo COSTALERO. Ahí queó
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