lunes, 26 de octubre de 2015

IGUALÁ Y ENSAYOS HDAD DEL POLÍGONO SAN PABLO 2016

A continuación os ofrecemos el calendario de igualás y ensayos de la Hdad del Polígono de San Pablo: 



PASO DE VIRGEN

· 10 ENERO (DOMINGO) – IGUALÁ 10,00 H.

· 17 ENERO (DOMINGO) – ENSAYO 09,30 H.

· 7 FEBRERO (DOMINGO) – ENSAYO 09,30 H.

· 6 MARZO (DOMINGO) – ENSAYO 09,30 H.

· 10 MARZO (JUEVES) – MUDÁ 21,00 H. BAJA

· 17 MARZO (JUEVES) – RETRANQUEO 21,00 H. ALTA

· 31 MARZO (JUEVES) – DESARMÁ 21.00 H. ALTA

· 19 DICIEMBRE – ALMUERZO 14.00 H.

PASO DE CRISTO

· 13 DICIEMBRE (DOMINGO) – IGUALÁ 10.00 H.

· 24 ENERO (DOMINGO) – ENSAYO 09,30 H.

· 12 FEBRERO (VIERNES) – ENSAYO 21,00 H.

· 6 MARZO (DOMINGO) – ENSAYO 09,30 H.

· 10 MARZO (JUEVES) – MUDÁ 21,00 H. BAJA

· 17 MARZO (JUEVES) – RETRANQUEO 21,00 H. ALTA

· 31 MARZO (JUEVES) – DESARMÁ 21.00 H. ALTA

IGUALÁ DOLORES Y MISERICORDIA 2016

A continuación os ofrecemos la igualá de Mª Stma de los Dolores y Misericordia de la Hdad de Jesús Despojado.


Igualá: 13/Dic/2015
Cita: Plaza del Molviedro 
Capataces: Manuel Carrasco y Pedro Díaz


martes, 20 de octubre de 2015

EL ADIÓS DEL COSTALERO


LIBRO: ¡VENGA DE FRENTE!
AUTOR: JUAN MARÍA GALLARDO
EDIT: ABEC EDITORES

Quizás el trance más triste que tengan que vivir los costaleros, sea su retirada. Estamos hablando de costaleros con mayúsculas, e incluimos en ese grupo a aquellos hombres que han sentido orgullo con el trabajo realizado, aquellos que se han entregado en cada "chicotá" y no han escatimado una gota de sudor como humilde entrega a su devoción . Bendita la afición al costal y al trabajo sencillo y humilde, sin que en estos día reciba más remuneración que la espiritual.



Es el propio costalero el que mejor que nadie sabe cuando le ha llegado la hora de retirarse. No deberíamos ver jamás a peones que han sido modelos o casi ídolos de una cuadrilla y ejemplo para los que se han ido incorporando pasar fatigas personales, no poder con los kilos, sin que se esté en un momento de apuro para todos y sólo sea él mismo quien no encuentre el lugar de donde sacar las fuerzas que tuvo antaño.
No hay fecha de caducidad ni años que sean frontera entre el salir de costalero y tener que despedirse. Históricamente ha habido hombres que debido a su condición física y a su trabajo del día a día han sido capaces de estar en activo hasta pasados los cincuenta de edad, en cambio, otro han preferido irse antes de que la temida guadaña se haya hecho presa de ellos.

Todos han sido y sería costaleros, porque el costalero, el que ha sentido alguna vez la trabajadera sobre el cuello y ha estado inmerso en la batalla de llevar un paso a la Catedral y repartir su peso entre un equipo de hombres valientes, es costalero para siempre. Esos que sin miedo han estado dispuestos a batirse el cobre en cada "levantá" , en cada "arria" , encada mecida, esos son costaleros de por vida. Aunque se retiren, ese título, a pesar de ser voluble y no poderse palpar, es equiparable en otro a los kilos que ha soportado en sus años de carrera, No hay mejor pedestal para el trofeo de cada costalero que su memoria y su vivencia. En la cima del reconocimiento , los afortunados que han tenido la oportunidad de trabajar con un hijo o familiar directo, y han dejado su herencia latente en su cuadrilla.

Benditos sean aquellos costaleros que han dedicado "chicotás" a las "monjitas" , que es como conocemos en Sevilla a las mujeres que entregan su vida a Dios y al prójimo , a los que navegan en dudas... sólo el recuerdo de alguna de ellas, es suficiente para saber que ha merecido la pena el esfuerzo y el sacrificio.
No obstante, hay veces en las que el capataz se siente en la obligación de comunicar a un costalero que su etapa ha acabado, y no es plato de buen gusto, porque a nadie satisface transmitir una mala noticia. La falta de asistencia a la igualá" o a los ensayos suelen ser el desencadenante. A veces , los costaleros exageran una posible excusa o inventan otra para dejar acudir a las citas previstas y esos hechos, una vez conocidos por el responsable , pueden dar lugar a la expulsión.

En otros casos son la mala fe, las envidias, los recelos o incluso las equivocaciones las que dan lugar a que un costalero deba abandonar una cuadrilla, sin que existan motivos justificados. Y en este mundo del costal también hay lugar para las injusticias.
Queremos acabar las páginas de este capítulo , rindiendo homenaje con los mayores honores posibles a dos costaleros, dos hombres que realizaron la máxima entrega que puede hacer un ser humano; dos hombres jóvenes que entregaron su vida saliendo de costaleros.

Sirvan estas letras de reconocimiento a José Portal y Juan Carlos Montes, quienes fallecieron bajo las trabajaderas en 1986 y 1999 respectivamente . José era, y siempre será, costalero de San Bernardo y trasladaba su trabajo desde La Alfalfa hasta el cielo, el aquella trágica tarde de Miércoles Santo. Juan Carlos salía, y lo seguirá haciendo cada año, en Las Aguas y su última "chicotá terrenal" la daba en el mismo Arco del Postigo un Lunes Santo que se vistió de luto. Ambos eran de las cuadrillas de Cristo y ambos produjeron estremecimiento en el mundo cofrade por lo trágico de sus despedidas.

lunes, 19 de octubre de 2015

ENTREVISTA DE FELIX MACHUCA A MIGUEL LORETO



Por FÉLIX MACHUCA, 19 de octubre de 2015 11:13 h.


—¿Cuántos años tiene usted, don Miguel?

—Mal empezamos.

—Es que lo veo extraordinario…

—Estoy regular. Aunque me vea bien de aspecto. El ictus me ha quitado movilidad y memoria. Digamos que de chapa y pintura estoy fenómeno. Por dentro es otra cosa.

—¿Echa muchas cosas de menos?

—Muchas. Muchas cosas. Sobre todo a gente. Antes fui mucho y, a veces, estabas tentado a creértelo. Yo nunca me lo creí. Pero ahora hace frío.

—¿Y cómo se abriga?

—Bien. Me abrigo bien. Siempre he hecho lo que he querido. Ahora, con el tiempo pasado, creo que no era todo tan bonito como lo pintaban.

—¿Mucha ojana cuando uno está en lo alto, no don Miguel?

—La vida misma. Cuando estás arriba del todo, en olor de multitud, todo es bonito y suave. Todo lo contrario a cuando estás en decadencia.

—¿Está triste?

—Sí. Pero me aguanto. Otra cosa no puedo hacer.

—Pero vienen a verle los que más le quieren…

—Algunos. Sólo algunos. Hace tiempo que dejé de pensar que era el ombligo del mundo. Pero es que ahora pienso y te das cuenta que nunca lo fui.

—Aquellas madrugadas con el martillo y mandando tanto como usted mandaba. ¿Le sirven de bálsamo los recuerdos?

—Aquello no se puede olvidar. Resulta inolvidable. Ni los buenos ratos que echamos como armao y costalero tampoco.
—¿Sueña con aquel martillo?

—No. He dejado de soñar.
—Pero soñar es bueno, enciende la esperanza…

—Claro que sí es bueno, mientras que no sean pesadillas. Mi sueño ahora es ponerme bien, ponerme bueno.

—Pues usted tiene mano ahí arriba para pedirlo y que se le conceda.

—Siempre le rezo a mi Cristo de la Sentencia. Sin olvidar jamás a la Esperanza.

—Le veo la muñeca y observo que lleva un reloj en cada una. ¿Por qué?

—Porque tengo todo el tiempo del mundo. Uno adelanta y el otro da la hora buena. Estoy esperando a que mi sobrino me lo arregle.

—Algo habrá que le reconforte en estos momentos.

—Haber disfrutado de ese paso de la Sentencia como yo lo he disfrutado.

—¿Algún recuerdo especial?

—Una llamá para entrar en la basílica donde le dije a la cuadrilla: si no habéis visto hoy a Dios es que sois ciegos.

—Y aquello subió como una pluma al viento.

—Como siempre. Eras unos costaleros de categoría. El único defecto era el capataz.

—¿Por qué se muestra tan humilde don Miguel?

—Yo llegué a pensar que aquel paso era mucho para mí. No que me viniera grande. Eso nunca. Pero sí que era demasiada grandeza para mí el que yo fuera el que mandaba allí. Y no es falsa humildad.

—El paso del tiempo despluma los pájaros que tenemos en la cabeza.

—No creo que ese sea mi caso. Pero cuando la vida te coge y te da fuerte, te tambaleas.

—¿Qué tiene en su mesilla de noche?

—Nada. Lo llevo mejor aquí. (Se señala el corazón).

-¿Y qué lleva en el corazón?

—Amor, cariño, muchos recuerdos y vivencias.

—¿Recuerda alguna?

—Así, en frío, no me viene ninguna.

—¿Qué hace los jueves santo?

—Voy por la Basílica. Si no voy lo paso peor. Tengo que sentirme cerca de ellos.

—¿Y qué le dice la gente?
—Comentan entre ellos mira ese es Miguel Loreto. Y yo me estiro, me vengo arriba. Todo el mundo tiene un poco de vanidad ¿verdad?

—¿Se siente olvidado?

—No me siento olvidado. Pero me gustaría sentirme querido.

—Usted estuvo en la cima del mundo y ahora pisa la tierra. ¿Saca alguna lección?

—Una lección muy fácil: hay que asumir lo que te viene. Hay que ser consciente de que llega un día en que la vida te suelta la mano. Y hay que aceptarlo.

—¿Cómo es un día cualquiera en su vida actual?

—Vulgar. Me aburro. No encuentro nada ahora mismo que me llene.

—Pero donde está lo tratan divinamente.

—Mejor todavía. Y estoy agradecido en el alma.

—Cierre la entrevista con un recuerdo bonito.

—El día aquel que no salió la Macarena y el capataz de la Esperanza de Triana, en la calle Sierpes, me dijo que llamara al paso. Yo le dije que no, que ese honor era sólo de ellos. Y me dijeron que si no iba, el Cristo de Pureza no se levantaba. Después yo correspondí haciendo que el capataz del misterio de Triana llamará el paso del Sentencia.

Todavía más


Miguel Loreto

Mantiene esa voz gorda, grave que redondea la picardía que aún brilla en sus ojos. Pulcro, bien afeitado, mejor peinado, maquea como un dandi la necesidad de los momentos más estrechos de su vida. Tocó el cielo con un martillo. Hoy sufre los rigores de los clavos de la vida con la ayuda de la regla del venerable Mañara. Sic transit gloria mundi, quizás nunca mejor dicho. Fue pescaero, tabernero de locales donde se cantaba por Caracol, costalero del Sentencia y armao de la Centuria. Luego se quedó con el mando del Pilatos macareno por casi quince años, según recuerda trabajosamente. En la entrevista está presente Manolito el Panaero, también romano como Miguel. Tose. Y a Miguel le sale el bicho de la picardía: « Manué hay que saber morir a tiempo» Y mira al tendido de la muralla del bar de la calle Santander donde un solera mañanero y un paquete de Ducados le despiertan las ganas de vivir. Acabamos la entrevista y me vacila: «bueno ahora podemos decir la verdad…» Lo fue todo. Y hoy sigue siendo más todavía.

miércoles, 7 de octubre de 2015

NORMATIVA DE EDAD DE RETIRADA EN LAS CUADRILLAS DE LA HDAD DE LA ESPERANZA DE TRIANA


Ningún hermano podrá estar más de 25 años bajo las trabajaderas de ambos pasos de la Hermandad de la Esperanza de Triana  ni tener más de 50 años de edad.

Esta ha sido la nueva normativa de la hermandad trianera de la Calle Puerza comunicada a través de sus medios de comunicación, ¿para qué? para quitarse a la experiencia vieja para dar paso a la joven generación y dar oportunidad a esos miles de aspirantes, aunque por otro lado se escusa la deterioridad física, y digo escusa porque creemos que eso debería de decidirlo el mismo capataz, quien sabe realmente si sigue estando apto o no. 

Otra normativa es la de solamente poder sacar una cofradía entre el Viernes de Dolores y Martes Santo, normativa cuya validez tendrá lugar a partir del 1 de Enero de próximo año.

Pincha aquí para + iNFO:  Normas básicas para la cuadrilla de costaleros de la Hdad de la Esperanza de Triana