jueves, 27 de febrero de 2014

ENTREVISTA ANTIGUA A SALVADOR DORADO

No dejamos de sorprendernos con la aportación que nos hacen llegar algunos seguidores. A continuación os dejamos una añeja entrevista de los que parece ser sobre los años 80 al gran capataz Salvador Dorado "el penitente", en él nos habla de como era todo antes y como estaba siendo en aquel presente sobre el mundo del costal y el martillo. Sin duda una joya para guardar .

CAPATACES Y COSTALEROS LA HISTORIA. (Alejandro Ollero Tassara y Luis León Vázquez)

Antes de comenzar este amplio e interesante artículo agradecer a los compañeros de @semanasantatves (http://www.semanasantatv.es/) por colaborar en pasarnos todo el reportaje a través del libro "Sevilla Penitente"

FOTO: El maestro Luis Arenas Ladislao ha descrito con su impresionante fotografía todo un capítulo sobre capataces y Costaleros.Los priostes han quitado las macollas del palio, se aprecian los tornillos al aire; por fuera, los costaleros jalando buscan kilos donde los haya; dentro entre jadeos, otros hombres, cuerpo a tierra, se humillan hasta lo insospechado; toda una lección  de trabajo en equipo. Los borlones hacia dentro  y las bambalinas descompuestas marcan la dureza del esfuerzo. Los cuchillos de la puerta ojival de San Esteban, son notarios de cómo el peligro es salvado con pericia y tenacidad. Sólo falta el capataz...Los ojos y guía de una ceguera efímera , a la vez divina. 

Con este capitulo no se pretende dogmatizar, solamente se reflexionará sobre la evolución de las andas y los cambios habidos en la forma de cargar a través del tiempo. Así como centrar aproximadamente la aparición de la carga interior que nos llevará a la eclosión del sufrido costalero de antaño y enaltecido costalero actual.

La carga según las épocas

Para centrarnos en el tiempo utilizaremos como parámetro de la evolución de nuestra Semana Santa la división hecha por el profesor Sánchez Herrero en cuatro grandes épocas.
La primera época es la del Medievo, auspiciada por los gremios que florecen alrededor del comercio de las Américas; este periodo llega hasta los principios del siglo XVI. Los investigadores modernos centran el origen de la Semana Santa en la evolución de los ViaCrucis , siendo el de más importancia el de la Cruz del Campo, que data de 1521, fundando por el Marqués de Tarifa. En este periodo, las reliquias o cruces desnudas son portadas a mano. No hay ningún dato que aporte luz al nacimiento de la carga.
La segunda época es la de la proliferación de las cofradías de sangre, que abarca hasta el siglo XVII. Se estila la cruz arbórea con sudarios y crucificados de pasta o papelón; comienzan a aparecer las andas portadas por sacerdotes o cofrades significativos y con ellos la carga humana. Este es, sin duda, el punto de partida de este estudio.
La tercera época es la del barroco. Este período es de vital importancia para el estudio de la carga, ya que en él nacerán: los primeros palios, los primeros pasos de Misterio, la carga mixta (es decir interior y exterior a la vez) y el trabajo exclusivamente interior. Su duración se podía dilatar hasta 1940, en la postguerra, cuando nace la cofradía superbarroca o actual.
La cuarta época, llamada Super Barroco, comprende desde 1940 hasta la fecha. En este período se marcan las directrices fundamentales de lo que va a ser la cofradía actual. Esta época es fundamental para la consolidación de la carga itinerantes en carrozas enormes sobre ruedas, que más tarde fueron sustituidas por el factor humano (cargadas por una docena de hombres). Este elemento , que sustituyó a las carrozas , se denominó "rocas". cambiando sus representaciones , ya que significaban los Misterios de la Pasión; de las rocas nacieron los actuales pasos de Misterio.
La palabra "paso" utilizada hoy día, viene del latín y significa sufrimiento.

El camino hacia el costalero: datos de interés para llegar al costal

-En los pasos de Misterio:

El cronista Sánchez Arjona nos descubre un dato que deja bien claro que en las rocas iban cargadores interiores cobrando, nos dice "todos los que salieron en las rocas aquel año, bien representando alguna figura, así como los doce hombres que iban dentro para moverlas, eran de fuera y cobraron 25 maravedíes cada uno"
Este comentario viene apoyado con el hallazgo del historiador Hilario Arenas, que descubre de los gastos de salida de Montesión el pago de 16 hombres , a cuatro reales cada uno, en contrato hecho a los capataces Juan Lara y Juan Moreno a finales del siglo XVI.

-Las horquillas, en el inventario del Gran Poder:

De este elemento de ayuda para portar las andas nos habla el escritos Manuel Serrano Ortega, al referirse a los inventario de finales del siglo XVI de la Hermandad del Gran Poder. Las horquillas desaparecen de éstos después de hacerse las magnificas andas actuales de Francisco Antonio Gijón (1688). Debido al cambio del sistema de carga exterior con horquillas a interior sin ellas, a causa de sus grandes proporciones. "Unas andas grandes de pie con su tarima y selucia".
De esta misma época son los pasos de la Mortaja (1710) y del Cristo del Amor (1694).
Lo cual nos indica que la carga interior va evolucionando en detrimento de la exterior y la mixta.

LOS COSTALEROS
Ya tenemos las andas , los palios, los misterios...¿y los costaleros?
El primer documento gráfico de los costaleros , lo encuentra el profesor Teodoro Falcón en los archivos de la Catedral, sin fecha ni firma. Él se los atribuye a Lucas Valdés, a finales del siglo XVII. Tiene un texto en italiano que refiere a los cargadores de la custodia del corpus , a los que llama "fachini".
La palabra costalero viene de costal, especie de gorro hecho manualmente, que utilizaban los cargadores para salvar la cerviz del contacto con el elemento a cargar y a su vez fijaba el punto de apoyo para la carga.
Antiguamente, en las mudanzas de los grandes muebles o pianos para las fiestas, los cargadores colocaban unas traviesas con cuerdas donde se acoplaban los hombres , un sistema similar a lo que nos encontraríamos debajo de una parihuela actual.
Poco se sabe sobre la evolución del costal, aunque analizando los avíos para la carga, además de la cuerda para montar las traviesas, se utilizaba un saco vuelto hacia una de sus esquinas, cosa que se ha visto hasta hace poco con los cargadores de sacos de harina y los de los canales de carne. En algunos dibujos aparece como si fuera un gorro prefabricado y cosido para fijar el trabajo; mas tarde fue sustituido por una manta con los mismos dobleces que actualmente se hace la ropa, pero sin morcilla (cilindro de tela relleno de guata o lana). El capataz Salvador Dorado me reconoció haber usado el soporte de las ristras de ajos como morcilla, hasta llegar a la ropa de hoy día.
Las pocas citas que encontramos sobre la procedencia de los primitivos cargadores, casi todas las relacionan como foráneos de Sevilla, italianos , franceses ,asturianos y, la más conocida era la de "gallegos" , de la cual nos extenderemos un poco más.

Escritores como Miguel de Cervantes, en su obra Rinconete y Cortadillo ,hacen alusión clara al trabajo de costaleros. En la citada obra, reconoce que ambos personajes son nuevos en el oficio, debido a los flamante de su costal. El término "mozo de cuerda" también aparece relacionado en varios escritos de autores de la época. 
El escritor sevillano José María Blanco White, en su carta de España, fechada en 1978, nos habla de cómo hidalgos asturianos tienen el privilegio de procesionar en el día del corpus, el paso de la Custodia. El hecho de que haya diferentes lugares de procedencia dentro de los cargadores, no choca con el término "gallego", ya que éste no es denominación gráfica, sino gremial.
Aquellos cargadores, asturianos según unos, franceses según otros, eran conocidos por el vulgo como "gallegos" y vivían en condiciones infrahumanas. Dice Rafael Lafftón en su libro La Sevilla del buen recuerdo: "Dormían sore una manta, por cabezal una cuerda tensa amarrada de pared a pared, por almohada su costal; por la mañana el casero del corral daba una patada en la puerta, desamarraba un extremo de la cuerda dando mozos con sus cabezas en el suelo y despertaban".

Visto el panorama de los pobres "gallegos", no cabe ni siquiera pensar en racheados, gateados , mecidas ni nada por el estilo. Eso si, en la poca literatura que hay, el capataz siempre notaba preocupación por las levantás y solía advertir que se hicieran suaves, no lo fueran a tirar. Esta observación nos viene a indicar que posiblemente las levantás tampoco estaban organizadas como las que actualmente se hace. 


Y Dios puso el arte... valiéndose del hombre
Ya tenemos todos los elementos, pero estábamos todavía en las mudanzas. El andar de los pasos antiguamente no guardaba un ritmo, ni siquiera una compostura mínima , avanzaba como podía. Los hombres eran tratados como bestias de carga y a eso se limitaba su función. El encargado de manejar el personal o capataz tampoco lo disimulaba a la hora de hacer alardes de malos tratos el personal. varetazos , blasfemias, etc.. estaban al orden del día.
Como muestra de lo anteriormente expuesto, plasmo lo escrito por Eugenio Noel el un incidente ocurrido en un pueblo a frente, esperando que el cura terminara se sermón para realizar los típicos encuentros. Dado que el sacerdote se extendió mas de la cuenta, los costaleros se fueron despistando disimuladamente a las tabernas del alrededor y, a la hora de la verdad , los pasos no se coscaron.

Según Noel los capataces reaccionaron así: "Pero los encargados de la buena conducción de los pasos, especie de velludos cómitres o arraeces bestiales, no se resignan , buscan a los culpables, los meten bajo las penas de los Pasos , a varazos horrendos y se los oye con escándalo inaudito vomitar las más horrorosas blasfemias".
El episodio termina, fruto del vino y de la ira, en que los pasos no llegan a encontrarse, teniendo que dejarse abandonados y custodiados por la Guardia Civil.
La forma de trabajar fue perfeccionándose , pero se cuidaba más del alardeo y de las excentricidades que de otra cosa, de ahí nos viene la leyenda del mítico Tarila. Hasta que a primeros del siglo llegó la seriedad con capataces como Palacios, Ayala y sobre todo, Rafael Franco Luque, que instituyó la primera igualá. Así la describe su nieto Carmelo en el libro <<Martillo y trabajadera>>. "Se encontraba Juanillo Fatiga organizando la cuadrilla para la salida de la cofradía de la Trinidad, en el pasaje inmediato a la iglesia, rodeado de una multitud de costaleros, más de los que podian trabajar, los cuales vociferaban suplicando o exigiendo un puesto, esgrimiendo supuestas promesas del capataz, el cual iba igualando como podía. Incluso los elegidos discutían la trabajadera o el lugar asignado. Viendo Rafael Franco Luque , que el bueno de Juanillo era incapaz de dominar la situación mientras la hora de salida se acercaba, decidió hacerse cargo de la misma. Mandó a Antonio Torres a tomar café al bar próximo, y requirió a los Guardias Civiles que iban a dar escolta a los pasos, rogándoles que impusieran orden y dejaran pasar sólo a los que él designase. Así se hizo, y Rafael igualó rápidamente y por primera vez, como había visto hacerlo a Palacios, con el tiempo justo para la salida. Ese día nació la idea de la lista previa, el cuadrante y el igualar en lugar apartado a la iglesia"



El traje negro se le atribuye a Palacios o a Rafael; y así poco a poco se llega a la perfecta distribución del trabajo , tan esencial para que una cuadrilla ande bien. Rafael llegó casi a tener el monopolio de los capataces de Sevilla, por su seriedad y "status" diferente. Una vez que dicho monopolio se abre, comienza la competencia entre los maestros, y nace el arte de la "gente de abajo". Hasta llegar a la década dorada, en la que seis capataces se reparten el honor de distribuirse las cofradías: Manuel Bejarano, Salvador Dorado, Alfonso Borrero, Vicente Pérez Cano, Rafael Ariza y Rafael Franco Rojas con su hermano Manolo.
Pero, a la par que las cuadrillas van evolucionando, las cofradías no cesan. A principios de siglo, nace un nuevo concepto, se cambian las líneas rectas y los moldurones por las curvas, y nacen las bambalinas, comenzando los palios a ser agradecidos.
Pro otro lado, la música, que se limitaba a piezas clásicas fúnebres, empieza a mitad del siglo XIX, a adaptarse un poco más al hombre , y no ser un mero acompañamiento. Como muestra, tres obras maestras: Valle (Zarzuela,1893), Soleá dame la mano (J.Fotn de Anta, 1912), Amargura (M.Font Anta, 1919). Hasta llegar a la revolución con López Farfán, que crea Campanilleros (1924) y Estrella Sublime (1925), obras que parecen estar hechas para el arte de llevar los pasos de palio. Todo ello, unido al esfuerzo de los capataces por una mayor organización de la distribución en el trabajo de "la gente de abajo", derivó en el arte de llevar los pasos.

Distribución del trabajo

En este apartado se explican cuales son los elementos fundamentales de este singular oficio.
Para distribuir el trabajo es inevitable que tiene que haberlo, y es que resulta que debajo de un paso lo que sobra es eso...
En Sevilla ya todo el mundo sabe lo que es un paso. Yo lo definiría como "Soporte de lo divino movido por una fuerza humana, artista y cristiana".
La parihuela es una especie de mesa con cuatro patas unidas por zambranas, en cuyo interior van las trabajaderas para ser portada por los costaleros. Dichas trabajaderas son unos travesaños de madera, de unos doce centímetros de grueso cada uno, que cruzan, paralelamente al frontal, la parihuela y que sirven para que puedan coger el sitio de trabajo los costaleros sobre su cerviz y cargar con ella. Su número es de cinco a seis en los pasos de Cristo o de Virgen, y de seis a ocho en los de Misterio, cabiendo de cinco a seis costaleros en cada una.

Toma de una parihuela por dentro, donde se pueden
apreciar las trabajaderas y su colocación horizontal.
La ropa o costal la componen un trozo de arpillera ( de medidas : un metro diez centímetros por setenta y cinco, aproximadamente) forrada en una de sus caras por un lienzo , que , junto a la morcilla el aparejo que llevan sobre la cabeza, descansando en él la trabajadera.

La igualá es una de las acciones más importantes que debe realizar un capataz , pues de ello dependerá el comportamiento y fuerza de los hombres de abajo. Hay distintas formas de hacerlo, pero la base está en poner a todos los componentes de la cuadrilla, de mayor a menor altura, fijándose desde la cerviz al suelo. Los de mayor altura irán en las primeras trabajaderas y, proporcionalmente hacia atrás, los de menos talla.
Todos los costaleros tienen que coger el mismo peso y andar siempre por igual, distribuidos de la siguiente forma: los pateros, que son los que van en las esquinas del paso, se encargarán de modificar los distintos movimientos. Los costeros son los que permanecen en los lados, pegados a las zambranas, y los fijadores y corrientes serán los que trabajan juntos con los anteriores, es decir, con los pateros y costeros. 


Los contraguías son hombres que colaboran estrechamente con el capataz, suelen ser dosy van colocados en la parte trasera del paso junto a las maniguetas, su misión consiste en que la parihuela vaya lo más derecha posible, y en las vueltas, que gire a compás de la delantera y sintirones por parte de los pateros , a la vez que los zancos no roncen con la farca o acera ; también animan a la trasera y mandan silencio cuando el capataz va a hacer la llamada o habla con los de abajo . Algunos llevan también la lista de los costaleros , es decir, son listeros. Dicha lista consiste en el cuadrante o nómina de todos los hombres que componen la cuadrilla y apuntan con precisión la colocación de los mismos debajo de las trabajaderas
Un personaje imprescindible de costaleros es el aguaó , la palabra lo dice todo, que reparte y da de beber a esos artistas que andan y mecen los pasos de nuestra sin par Sevilla. 
Finalizo este apartado citando un párrafo de Manuel Sánchez del Arco: "La mayor lección de trabajo dirigido está aquí: Ved cómo esfuerzo enorme se realiza en Sevilla con gracia humana asistida por religiosa disciplina , y todo se vela y se recata. En el trabajo lo que importa es el rendimiento , no el alarde: en la virtud lo que importa es el humilde ejercicio, no la esgrima, que hay virtudes que se esgrimen como estacas, con lo cual quedan desvirtuados los méritos, es decir, torcida la virtud".



La década de Oro
La historia de los capataces, como la de los costaleros, está por describir. Unos y otros, en el período del Barroco, pertenecieron a la clase trabajadora más humilde. Los capataces de esa época fueron también anónimos como lo siguieron siendo prácticamente hasta el siglo XIX.
Antes de proseguir quisiera nombrar a unos cuantos capataces que en el presente siglo XX han sido ejemplo y cátedra en el mando y organización de las cuadrillas de Sevilla.
Sin estos nombres propios, todos los que han heredado el mando en nuestras queridas cofradías no serían lo que son, por delante mi homenaje de admiración y respeto a ellos, que fueron LA DÉCADA DE ORO.
Por orden al alfabético citaré apellidos míticos: Adame, Ariza, Bejarano, Borrero, Dorado, Franco,Moreno , Pérez-Cano, Recho,Rojas.
Andar con buen paso es signo elemental de la vida, pero la simulación del paso humano cae fácilmente en lo grotesco. Esa vida que advertimos en las imágenes procesionales de Sevilla, se debe al trabajo de los costaleros; ellos, igualados y mandados por su capataz , harán que pasos de misterio, Cristos o Palios anden de distinta forma pero igual gracia. 
Cada capataz tiene distinta fomra de igualas y mandar a su cuadrilla, no saliéndose de los cánones de este difícil arte. Todas las cofradías que salen en la Semana Santa son iguales pero distintas, lo explico: todas tienen uno, dos o tres pasos, pero vienen de distintos barrios y en este punto ya hay que diferenciarlas, pues los pasos que tienen más largo recorrido andarán de distinta forma que lo de menos trayecto. 
Los capataces de este siglo transformaron la manera de llevar los pasos, pues si antiguamente se adornaban con pocas flores y cera, es en esta época cuando se encargan más de dichos adornos , pesando más los pasos y haciendo más lento el movimiento de los mismo debido a su peso y querer a su vez la cofradía más lucimiento.
Al más iletrado de estos capataces nadie le tenía que decir que cuando ordenaba a sus hombres, que era una calle larga, una calle estrecha o una vuelta, para crear belleza en el trabajo, porque los hombres, los valientes de las llamadas para las levantás sabían que estaban creando un trabajo con voluntad de trascendente de belleza.
En el costalero existía y existe el convencimiento de que el suyo es un trabajo algo más físico, que no se trata de simplemente de cargar unos kilos y recorrer una carrera, que al igual que el nazareno lleva escrito en su papeleta de sitio el recordatorio de las reglas que le ordenan dirigirse al tempo por el camino más corto, en la voluntad del peón que saca cofradías está la regla noe scrita de us siempre por el camino del trabjo más lento, mejor hecho, con mayor deleite y recreándose en la faena , más acompasado, más verdadero, más sentido. Sin que, feliz de él, lo sepa siquiera, el costalero tiene conciencia de que está creando arte.
En los capataces y en los costaleros de esta década encontraremos gremial orgullo de cuerpo, de sentido de pertenencia a una casta privilegiada, En el momentos que va delante del paso teniendo a su cargo el martillo, el capataz no se cambia por nada ni por nadie. Se sabe bien que con su voz corregirá cualquier movimiento del paso y sus costaleros ofrecerán el mayor de los sacrificios en aras de sus orgullosos esfuerzos , que no será otro que no poder ver aquello que están realizando. 
En los capataces y en los costaleros de esta década encontramos gremial orgullo de cuerpo, de sentido de pertenencia a una casta privilegiada. En el momento que va delante del paso teniendo a su cargo el martillo, el capataz no se cambia por nada ni por nadie. Sabe bien que con su voz corregirá cualquier movimiento del paso y sus costaleros ofrecerán el mayor de los sacrificios en aras de sus orgullosos esfuerzos, que no será otro que no poder ver aquello que están realizando. 

SALVADOR DORADO Y RAFAEL FRANCO

Los hermanos costaleros

El 17 de Abril de 1973, fecha histórica sin duda, es para muchos entendidos en la materia el punto de arranque que parca el comienzo de la transición, pero seria un gran error considerarla como única causa que motivó el cambio del viejo modelo.
El hecho que la Hermandadde los Estudiantes llevara su Cristo portado por los hermanos costaleros, podían haber quedado como un caso aislado o como una particularidad más dentro de la idiosincrasia de esta ejemplar Hermandad. Pero no cabe la menor duda, que cuando ocurre este acontecimiento sin precedente , dentro del contexto de las Hermandades de penitencia, encuentra el terreno lo suficientemente abonado como para que el efecto se multiplique en breve espacio de tiempo.

De hecho, yo me atrevería a afirmar que lo que hizo la Hermandad de los Estudiantes , para cierto sector de la Sevilla cofradiera, fue una sorpresa; pero para otro, era algo que se mascaba en el ambiente. De todas formas hay que reconocer que la Hermandad de los Estudiantes contaba con un hermano Mayor con la necesaria valentía para emprender la gesta: Ricardo Mena Bernal; un capataz con la suficiente autoridad y carisma como para darle la seriedad que la empresa necesitaba: Salvador Dorado Vázquez; un telar (la juventud universitaria), lo suficientemente amplio como para poder formar una buena cuadrilla, y una persona que transmitiera el mensaje a ese telar: José Luis Amoscotegui. Esta claro que en ese momentos no todas las Hermandades reunían esos requisitos necesarios para dar el paso hacia delante. Pero si había semillas sembradas que harían que este movimiento de los hermanos costaleros fructificara sorprendentemente. 

Las semillas que dieron lugar al hermano costalero

Cualquiera que vea lo arraigado socialmente que está el costalero en la actualidad, no podría pensar que antaño éste estuviera tan mal considerado. Antonio Burgos lo define en el "Prólogo laico para una tradición religiosa" de su libro Folklore de las cofradías de Sevilla , como el "Lumpen" a lo más bajo de los estratos de la sociedad. Los sevillanos que tuvieron la oportunidad de vivir el viejo modelo en la primera mitad del siglo XX, pudieron ver escenas a buen seguro irrepetibles: pasos materialmente cerrados hasta abajo por tela metálica, costaleros entrando bajo los pasos estrictamente a escondidas, etc... Eran tiempos de los costaleros sin dinero, ni para comprar arpillera para su ropa, esperando las bolsas que la daban las hermandades para llevar algo de alegría a su casa, tratados de forma despectiva, con amargas cargas de hambre e incultura. 

El cambio de la forma de ver al costalero por la sociedad sevillana 
El costalero empieza a ser mejor visto con el cambio socio-económico que hace que el obrero se integre socialmente y a otros factores secundarios. Por citar algún ejemplo de factor secundario, me referiré al tan comentado libro Como llora Sevilla publicado en 1948 por el Padre Cué. En dicho libro el querido jesuita reviste al costalero con calificativos como el de: "Viril de Dios" "Florero de la más bella Señora" y sentencia frases como: "El día que Sevilla dejara los costaleros se acaba su Semana Santa" o "Poned un motor y unas ruedas y se acabó el ritmo humano de Sevilla" En resumidas cuentas, libera al costalero de su negra leyenda y lo convierte en paladín de la Semana Santa.
No voy a analizar, por supuesto, los efectos del libro Como llora Sevilla, por otra parte bastante , entre los que lo acusan de puto tópico y los que lo elevan al puro sentimiento sevillano.
Lo que si quiero es llevarles a la conclusión de que, con el arrastre social que llevaba el costalero tras de sí antaño, pocos estudiantes y jóvenes acomodados de la sociedad burguesa actual se hubieran metido bajo las trabajaderas. 

Rafael Ariza Aguirre y José Ariza Mancera con la vista puesta en un dintel,
dos representantes de una gran zaga de capataces. A Rafael le fue otorgada
la medalla de la ciudad en su calidad de bronce por su dedicación a este sin igual mundo

La retirada de los grandes maestros

La retirada de algunos de los grande maestros, de los cuales casi todos tuvieron una sucesión digna: bien en su propia familia o por algunos aventajados de sus propias cuadrillas , no cabe la menor duda que intranquilizó a las Mayordomías de las Hermandades.
En los años setenta las cuadrillas estaban mandadas por Manuel Bejarano, Rafael Ariza Aguirre, Vicente Pérez Caro, Alfonso Borrero , Salvador Dorado y Rafael Franco que se intercambiaba con su hermano Manolo las dos cuadrillas que poseían.
En la segunda mitad de los setenta y primera de los setenta, se producen las sensibles bajas ya mencionadas que hacen tambalearse el ya consolidado esquema de los siete capataces.
Así, en 1965 se retira Alfonso Borrero, un año más tarde muere Rafael Ariza Aguirre, 1969 se retira Manolo Bejarano en todo su apogeo y en 1972 se retira José Ariza Mancera.

El crecimiento económico de los sesenta. 
En los años sesenta, el trabajador empieza a tener una posición más holgada, dado el crecimiento económico de la nación. La industrialización trae consigo el aumento del nivel de vida, la subida de salarios, y la mano de obra en el muelle deja de depender de la fuerza y de mecaniza.

El ahorro de las Mayordomías de las Hermandades 

Los salarios demandados por los costaleros pasan de menos de doscientas pesetas (finales de los cincuenta) a estar por encima del millar a finales de los sesenta. Los mayordomos de las cofradías humildes hacen treinta mil piruetas para conseguir el dinero para tan elevadas nóminas.

Agobiados por las circunstancias , ven el cielo abierto con la llegada del nuevo modelo, independientemente de que añoren los tiempos que luchaban con sus colegas de las otras Hermandades , para conseguir llevarse el mejor capataz para su Hermandad.
Tengan en cuenta que, si hoy en día las cuadrillas fueran de profesionales, las nóminas estarían cerca del millón de pesetas por cofradía.

El rápido avance de los hermanos costaleros

Una vez enumerados someramente los antecedentes que nos llevan al Martes Santo de 1973, analizaré con rapidez con que avanzan los hermanos costaleros.
Hecho que sorprende a propios extraños, debido a que los hermanos costaleros se apoyan unos a otros, aún sin pertenecer a la hermandad, provocando un avance que bajo mi punto de vista fue demasiado rápido y sin madurar, como lo demuestra este gráfico posterior. Acrecentando más aún cuando los capataces profesionales también empiezan a perder sus puestos.

Avance de los hermanos costaleros 
1973............................1 paso
1974..............................2 pasos
1975..............................8 pasos
1976............................15 pasos
1977............................24 pasos
1978...39 pasos, un 38% aprox
1979...68 pasos, un 62% aprox

Dos cambios esenciales en el nuevo sistema

Con el ecuador del significado Martes Santo, las cuadrillas aparentemente cambian su vínculo de dependencia: si antes era la vinculación capataz-cuadrilla, a partir de esta fecha comienza a ser Hermandad-cuadrilla.
Este nuevo vínculo no debe ser interpretado como la privación al capataz del nuevo sistema, de su personalidad y sello, ya que esto podría traer trágicas consecuencias para el mundo de la "gente de abajo" cosa que más de un inventor ha intentado , queriendo transformar al responsable de un martillo en un mero y simple conductor de pasos.
Otra consecuencia importante a estudiar es la potenciación del costalero aficionado, que no es más que el enamorado de una de las más antiguas tradiciones de la ciudad de Sevilla; que se inserta en las cuadrillas de hermanos y que en la mayoría de ellas son el verdadero sostén de éstas.

La Sevilla olvidadiza

Anteriormente hemos pasado de puntillas sobre lo que fue el proceso de transición entre los profesionales y los hermanos costaleros; éstos últimos, alentados por las Mayordomías y el empuje de la juventud , arrinconaron prácticamente al viejo modelo. Dicho proceso, que no estuvo exento de momentos difíciles, ha ido madurando poco a poco hasta confirmarse,viviendo ahora los albores de la consolidación. 
Pero esto había que hacerse una pregunta...¿Qué piensa Sevilla la Sevilla de a pie de todo esto?
Sevilla, eterna dualidad, está dividida como siempre en dos opiniones. los que mantienen que: como van los pasos hoy en día, no ha habido época que lo mejorase: y lo que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y no voy a ser yo el que dogmatice sobre el entuerto, entre otros motivos porque por un lado me enorgullezco de haber aprendido con los grandes maestros tanto del martillo como de las trabajaderas, y por el otro tengo puesto el corazón en un puñado de hombres que han hecho que, lo poco o lo mucho que soy en el mundo de los capataces, se lo deba a ellos. Si contemplamos superficialmente los dos modelos, a primera vista, nos parecían totalmente distintos y con diferente filosofía . Pero, si lo estudiamos con el microscopio frío del análisis a fondo, podemos observar que , en la última década, de los profesionales nace un costalero vocacional para el que el salario es algo como un complemento , pero que no es la base fundamental de su filosofía.
Es el enamorado de un viejo oficio, que no es más que al tradición de ser costalero. Nace llamado aficionado , independientemente de que perciba salario alguno. Si ponemos el crisol el movimiento actual, también nos encontraremos esos cromosomas sevillanos trenzados con la devoción ; luego en algunos costaleros las distancias no son tan grandes como se observan a simple vista.
En las conversaciones actuales con mis viejos amigos los profesionales, he notado cierta nostalgia a la vez que en un sentimiento de tristeza, como si fueran consientes de que nuestra Sevilla es olvidadiza. Tanto es así, que muchos de ellos no se acercan al centro para el el prodigioso milagro de la estética que cada Domingo de Ramos se repite, por la gracias de la muerte y de la resurrección de Cristo.
Por ello, con la venia de Sevilla, quiero rendir un pequeño homenaje a esos hombres que ahora están comenzando a sufrir el olvido de esta desmemoriada ciudad y que representan, sin duda, la cátedra del arte de conducir y trabajar los pasos.

Homenaje a la cátedra de la gente de abajo

Tenía yo apenas nueve años, aún calzaba pantalón corto, cuando mi rostro absorto perseguía las evoluciones de unos ojos y unas voces. Aquellos hombres de negro, mezcla de apacibles y temperamento, de sonrisas escondidas y ausentes de la mirada del público, dejaron en mí para siempre tan singular oficio.
Pero lo que en principio me parecía prohibido y casi inaccesible, con el pasar de los años se me haría familiar y docente.
Sin mediar palabra, me iban protegiendo de las mareas humanas, las famosas bullas, dándome su amparo y aceptándose a su lado. Era su forma de enseñar, posiblemente sin querer darse cuenta, eran lecciones sin libros ni pizarras, de alumnos sin apellidos.
Un día, estando con varios cofrades en casa de Salvador Dorado"El penitente", se desprendió de la pequeña fotografía enmarcada de su patrona, madre de Dios del Rosario, que tenía en la mesilla de su cama , y me la dio sin apenas esbozar un gesto. Era el lenguaje al que estábamos acostumbrados , yo hacía lo posible por no molestarle y él disimulaba ante la gente sus lecciones.
En mi niñez, yo creía que la Semana Santa se ceñía a mi Hermandad y a los siete días de gozo y reflexión. Pero poco a poco , fui descubriendo ese maravilloso mundo que se vivía en los prolegómenos de la Semana Mayor, en las trastiendas de la gente de abajo; sus cuarteles generales: casa silva, portela, el colmo , la casa de la moneda, los tres reyes,etc... verdaderos banderines de enganche del arte, el sudor y el sufrimiento.
¿Qué hubiera sido del mundo del costal sin estas Universidades? Universidades de cuarentones del blanco, de transmisión boca a boca, de roneo y gracia, archivos vivientes de hazañas y desventuras.
Pero, si Sevilla es olvidadiza, también es injusta. Y hoy quiero levantar el faldón como si fuera mañana calurosa de "la madrugá". Viernes Santo, de mañanas con sus mesas llenas de calentitos amontonados , ojeras pronunciadas, gritos a la Esperanza, saetas, bulerías, armaos, silencio de contrastes, lágrimas y niñatos aburridos que no acaban de entender que Sevilla no hay más que una y con cimientos profundos.
Quiero sacarte a tí, costaleros desconocido que por callado no hiciste nombre en tu cuadrilla, de las tinieblas del anonimato y decirte que todo lo anteriormente escrito no hubiera existido si no fuera por tu labor y entrega.
Corrientes en calles adoquinadas con cables del tranvía , fijadores aguantando mientras su patero lo borda, novatos maltratados , viejos que llevan agua de los que canta el legionario "poeta".
Cena , Museo,Candelaria, Panaderos, Pasión, Macarena y San Isidoro... La Estrella, Santa Marta , La Bofetá, Lanzada, Valle, Gran Poder y Montserrat , "corrías" de siete días. Cinco de la mañana, madrugá de Sábado Santo dejando el último aliento; latillas de mosto para entonar los cuerpo rotos, costaleros dormidos en las trabajaderas por temor a perder el sueldo.
Tejaderos y areneros acostumbrados a pesos muertos , jugando con palios de bambalinas frágiles al son de tintineo de bellotas de maderas rebozadas en oro, zapatillas toreras reprimidas para darle la justa medida que requiere un palio serio en Sevilla, medias verónicas del Cantaó, El Palma, Manolín Mercao y... tantos hombres que su dureza se hacía arte al lado de un zanco.
¿Quién dice que ellos no han enseñado nada? ¿Quienes presumen de autodidactas? AY!! de aquellas ropas ceñidas a la frente como hechas a medida, que algunas duraban toda la "corría" ¿Dónde están los cántaros y sus latillas plateadas? ¿Dónde está el compañerismo?... Hombres bajando hasta tres palos para trabajar en el sitio donde el paso hace aguas.


Viernes Santo de muerte, con Misterios con veinte penoes bajo las trabajaderas; "mudás" al son de Bartolo que te pilla el toro, verdaderos centros de enseñanza con suave recheo que no cantan la dureza de los días acumulados. Dinastías de catedráticos: Los Bejarado, Los Ariza, Los Franco... que fueron hilo conductor de algo que no hay libros que aprender, ni títulos de acreditación.
Y Sevilla se sabe enmudecer y pone silencio maestrante , sólo entrecortado con el recheo de los hombres Bejarano. Cristo muerto en la cruz para Alfonso Borrero; y por qué no añadir, palios de Rafael Franco y Salvador. La muerte y la Resurrección , la medida y la gallardía, la esbeltez y el pellizco, la prudencia y la arrogancia; de nuevo la dualidad de mi Sevilla.
Tengo que reconocer que hay quien puede acusarme de piropo blandengue, re trivial y topiquero. Pero cantar su bravura es más acorde y ceñido a la realidad que a lo que nos tienen acostumbrados, adornando a los costaleros con cualidades que nada tienen que ver con su idiosincrasia. Y al fin y al cabo esto es lo que vio un niño.. Creo que, quien vivió tan singular sueño, puede perdonar cualquier leyenda negra al otro lado de la balanza, tendrá que reconocer que Sevilla se ha vuelto olvidadiza con quien fue, es y será la cátedra de este singular mundo.

domingo, 23 de febrero de 2014

¿PORQUÉ 18 CIRIALES?


Una duda que puede surgir desde la ignorancia nos ha invadido la mente. Como bien todo cofrade sabe, algo característico de la Hdad de la Mortaja en su cortejo son los 18 ciriales que van delante del paso, que supuestamente representa las 18 personas que asistieron al entierro de Cristo, pues bien, hemos intentado sumergirnos en buscar información pero no hay constancia en los evangelios de este hecho ya que en ningún momento se menciona el número de personas que asistieron al sepelio de Cristo, pero haciendo números podemos intuir que fueron 18 las personas que habrían asistido (los doce apóstoles, la Virgen María, María Magdalena, María de Cleofás, San Juan Bautista, José de Arimatea y Nicodemo) pero es prácticamente imposible estas citaciones ya que los apóstoles en ese momento eran 11 (faltaría Judas) y Juan bautista que fue decapitado con anterioridad a la pasión.
Un pregunta eterna sin respuesta exacta sin que la historia lo cuente ni las aproximaciones de acerquen... ¿Porqué 18 ciriales?

LA IMPRESIONANTE HISTORIA DE UNA SEÑORA ENFERMA Y LAS ESTAMPAS DE LA MACARENA

Nos lo cuenta Luis León antiguo capataz de Sevilla, entre ellos de la Esperanza Macarena.

"En c/Relator vivía una señora que padecía una enfermedad grave de estomago y tenía mucha preocupación, era muy macarena y entonces a Manolo Martinez que era el único que estaba y se metía en la sabatina de la Virgen siempre le decía que por favor le llevara siempre una estampita de la Señora, y todas las semanas se la llevaba después de la función del Sábado. Lo curioso e increíble tiene lugar cuando una de las veces que fue a verla me dijo que fuese con él y así fue. Vivía en un patio, recuerdo que estaba allí sentada en un sillón con las manos hinchadas y una hermana suya la estaba cuidando y este hombre le dijo como siempre que le traía unas estampas para que siempre las tuviese, y entonces tras darselas esta mujer empieza a toquetear las estampas y comienza a decir «Más, más» y Martinez se pensaba que las quería más chicas, cuando por asombro nuestro la hermana nos explica con detalle lo que comunicaba, « no no, las quiere de la Macarena pero muy finas muy finas, y es que las pica con la tijera y se las toma con la cuchara». Se tragaba las estampas de la Virgen de la Esperanza..."


sábado, 22 de febrero de 2014

ECHANDO COSTALEROS TRAS UNA SOMBRA SOSPECHOSA

Esta semana hemos sido testigos de un hecho algo extraño, nos llegaban mensajes tanto a twitter,facebook y a nuestro correo de quejas prácticamente iguales que queremos mostraros a continuación, porque tras hablar detenidamente con cada una de estas personas lo creemos así oportuno ya que es un hecho totalmente indignante.

Uno de los anónimos que nos ha escrito el cual no le vamos a dar publicidad a su nombre nos ha detallado exactamente todo lo ocurrido, como es normal nosotros no nos podemos coger los dedos con ni por nadie que no conozcamos y mucho menos sin saber la opinión y motivo de ambos bandos en si, pero en este caso queremos transmitir la humildad e indignación de lo que parece una verdad como un templo.

Los mensajes prácticamente iguales que nos han llegado se pueden resumir en una frase, "me han echado por la cara tras una mentira". El anónimo del que hablamos antes nos comenta su caso, lleva de hermano en una Hdad muy afamada del Lunes Santo 22 años , entró en su cuadrilla de palio en 2011, saca en Sevilla varias cofradías tanto en Semana Santa como de glorias y barrios, con esto queremos decir que no es un novato en esto del costal. Lo curioso llega cuando el pasado Jueves de Febrero (día antes de la igualá) recibe una llamada de su capataz para echarlo de la cuadrilla , a este le coge la noticia por sorpresa y le cuesta asimilarla buscando una explicación coherente pero este hombre le contesta bajo un tono extraño y como si fuese el mensaje de alguien que lo manda, "eres un grandísimo costalero pero eres problemático", la palabra problemático le coge fuera de lugar y le dice que con que motivo suelta eso, pero este no sabe contestar a lo que se le pregunta y una y otra vez remueve palabras sin sentido para no entrar en detalles y quitarse lo que parece ser un marrón rápido del medio.
Lo más curioso de todo esto es que no fue a él solo a quien echaron, sino a varias personas con exactamente el mismo motivo y palabras.

Sigue contándonos y abriendo el tema este hombre que el año pasado él y tres más (este año echados y uno de ellos voluntariamente por desconformidad) se reunieron tras un ensayo con el capataz para comunicarle con sinceridad y mucho respeto que la cuadrilla no iba bien por debajo y con la finalidad de mejorar , pero este hombre no se tomó aquellas palabras muy bien.

Uno de ellos tras recibir este año la noticia fue a la igualá a pedir explicaciones y no quisieron darle ninguna, como si fuese un estorbo siendo hermano de cuota en la hermandad y siendo tratado como un cualquiera sin derechos, lo que es más indignante aún. Pues bien,  el capataz lo cita el pasado Miércoles para hablar con el y decirle los mismos motivos que al anterior, y lo gracioso llega cuando tras unas palabras de cobardía y bien queda para salvar su papeleta le dice "como a habido muchos rumores de todo esto que ha pasado haber si te puedes pasar por el ensayo y decir que has sido tu el que te has ido voluntariamente de la cuadrilla" lo que a este le coge ya un poco rebotado y le contesta como cualquier persona haría...
Al parecer tras el capataz del paso hay varios costaleros con mucho mando de los que se habla bastante en el argot costaleril y que supuestamente ellos son la culpa de que la cuadrilla vaya como no debe, tomando responsabilidades que no deben y creando en el capataz un grupo de presión para tomar decisiones que crean mucho daño al hermano y buen costalero, lo que da muy mal que hablar.

Hemos hablado de un caso de los varios que nos han llegado,tenemos otros de cofradías del Martes Santo y del Jueves pero hemos puesto uno el cual nos dice algo a los que nos movemos en este mundo de aquel rumor que se preveía , hay mucho mal rollo y políticas erróneas en las cuadrillas y mucho mangoneo falso que ensucia. No se puede tratar mal a un hermano de cuota que se deja cada año un dinero en la hermandad y encima buen costalero e involucrado en la misma porque a dos o tres de abajo, de la junta, o al capataz les de la gana y mucho menos si el motivo no es suficientemente conforme para irte y reflexionar sobre lo sucedido.

martes, 18 de febrero de 2014

LA HISTORIA DE LA ROSA EN SANTA MARTA



Estimado lector, publicamos otra de nuestras historias de anécdotas de nuestra Semana Santa,en esta ocasión nos vamos a la Hermandad de Santa Marta donde hablaremos de la rosa que lleva el Cristo de la Caridad debajo de su mano.
Esta historia tiene mucho que ver con el afamado periodista Iñaqui Gabilondo, amante de la Semana Santa de la capital de Andalucía. Era siempre tradicional que Radio Sevilla ,donara una rosa roja este paso,el cual procesiona el Lunes Santo. En el tiempo que Iñaqui trabajaba en esta empresa,su esposa atravesaba una grave enfermedad. Es mas se esperaba lo peor de un momento a otro.Ese año en el que el periodista entrego la flor a un prioste de la Hermandad, al dársela pidió por su mujer y su recuperación. El prioste coloco la rosa que Iñaqui le entrego,debajo de la mano desplomada del Cristo. En la zona del suelo,donde caería la sangre de Nuestro Señor Jesucristo, para simbolizar que derramo su sangre por nuestra vida con el nacimiento de una flor. Pues bien cuando acabo la Semana Santa los médicos le dieron a Iñaqui la noticia de la mejoría de su esposa poco a poco.
Dese entonces,la rosa que lleva el paso de Santa Marta debajo de la mano del Señor de la Caridad cada Lunes Santo,entre un mar de lirios es del periodista Iñaqui Gabilondo.
El Cristo de la Caridad es obra de Ortega Bru y su iconografía es la del traslado al Santo Sepulcro.

Extracto de la pagina "TRIANEANDOXSEVILLA"  http://trianeandoxsevilla.blogspot.com.es/




PRIMER ENSAYO MISTERIO DE LOS PANADEROS

Aquí os dejamos un vídeo del canal de Youtube (puentesiete) de 1h de duración en el ensayo del misterio de los Panaderos del pasado 16/Feb/2014.

jueves, 13 de febrero de 2014

COSTALERAS. Exposición fotográfica de Miguel Sánchez Ivars.

En 2012 tuvo lugar en Cádiz una exposición del creativo de la agencia de bodas ‘Si Quiero’, Miguel Sánchez Ivars llamado "COSTALERAS", donde se recreaban distintas poses contrastando la dulzura femenina y la masculinidad de la costalería. "Eran imágenes metafóricas que evocan momentos del antes, durante y después del trabajo del costalero" decía su creador. 
La exposición no ha dejó indiferente a nadie: cofrades y aficionados y amantes del arte fotográfico. Lo que para unos era una falta de respeto con las cofradías, para otros era trabajo bien hecho –no hay duda de la excelente factura de las fotografías– e incluso una visión diferente de la mujer, de la igualdad de ésta con el hombre, del mundo de las cofradías.
Otros no veían nada profano porque no aparece nada sagrado. En cualquier caso, un trabajo impecable de Sánchez Ivars quien, una vez más sorprendió por su visión diferente de las cosas, por su creatividad y atrevimiento, ofreciéndonos una imagen inédita en el panorama cofradiero de la península ibérica, que ha dado la vuelta a España a través de las televisiones, internet y las redes sociales.
A continuación algunas imágenes de la exposición "COSTALERAS":